Me encuentro por la calle un grupo de quinceañeros, son unos diez o doce. Vienen de jugar al fútbol o practicar algún deporte, por las ropa que llevan. Van empujándose, riéndose... lo típico de la adolescencia. Conozco a tres de ellos por lo menos, porque les di clase hace dos años. Los otros, no sé quiénes son. Yo vengo del supermercado cargada con dos bolsas y dudo si reñirles cuando empujan a uno de ellos contra un coche aparcado, aunque intento recordar que no estoy trabajando y me callo. Pero lo vuelven a hacer y una mujer que venía de frente con un cochecito de bebé sí les llama la atención. Así que ya no me puedo aguantar más y les digo: "Tened cuidado que, al final, con la tontería, os haréis daño." Justo en ese momento uno de los dos últimos del grupo, que iban delante de mí, estaba empujando al otro mientras el amigo le hacía gestos para que parara, mirara hacia atrás y me viera, porque él ya me había visto. Al hablar yo, el otro se giró y dijo, sorprendido: "¡Ey, profe!" Es curioso que, aunque pasen mil años y no les hayas vuelto a dar clase, siempre seas "profe" y con derecho a reñirles, aunque sea por la calle, porque pusieron cara de haberles pillado haciendo maldades. Les volví a repetir que no fueran tan brutos, que se iban a hacer daño y me contestaron lo que suelen decir en estos casos: que estaban jugando y no pasaba nada.
Al ponerme al lado de ellos, noté cómo han crecido y se lo dije porque sé que les gusta parecer mayores. "¡Qué alto estás, más que yo!" (Mido 1'70 y él era mucho más bajo que yo cuando le daba clase) "Profe, son dos años", me contestó en tono de: "Por supuesto, qué cosas tienes." "Sí, pero yo no he crecido en dos años", le dije riéndome, "y a él le ha salido hasta barba" (tenía unos pelillos de barba de dos días). Me despedí de ellos, crucé la calle y me fui a mi casa pensando que lo único bueno que tiene trabajar a 45 kms. este curso es no encontrarme con los alumnos en mi barrio.
16 comentarios:
Tengo 35 años, he hecho EGB, un años de BUP, y 7 de FP, además de cursillos algún que otro. Y me acuerdo yo creo que de todos mis profesores. Algunos me han marcado más que otros. He ido a un colegio de mi barrio y hay profesores que son de aqui también, y nos saludamos y hablamos. A alguno de FP que me ha mirado y me ha reconocido, cosa que yo había hecho yo antes, me agrada un montón. Y si hablamos ya, ni te digo. aunque sólo sea para preguntarme por mi vida y poco más.
Marcais la vida, en cierta manera, de vuestros alumnos.
Sí, pero si trabajas cada año en un sitio distinto cuenta con que vayas donde vayas te irás encontrando ex alumnos por doquier.
A mi marido siempre lo van saludando por el pueblo. Y en Valencia, paseando por mi barrio, es a él a quien saludan, pues a mí ya... ni me conocen.
A veces le digo: mira que eres famoso, eres capaz de ir al vaticano y hacer que la gente se pregunte: "¿Quién es ése de blanco que está al lado de Ximo?"
Ana, ahora sé que eres 5 cms más alta que yo, más datos para reconocerte si te veo un día yendo por Elche.
Un saludo.
lo bueno? pues yo diria lo malo, yo creo que me sentiria orgullosa de haber contribuido a su formación y que me recordaran por la calle. No eres alguien impersonal que les dice algo en la calle, eres su PROFE!!
no se, a mi me gustaría.
un abrazo.
AURORA: Y los alumnos la nuestra. Cuantos más años pasan, más te alegras de ver a tus profesores (y a tus alumnos).
ROSA: Bueno, como normalmente no vuelvo a ir donde trabajo, corro menos riesgos de encontrarme a gente. ¡Qué bueno eso de "¿Quién es ese de blanco que está al lado de Ximo?"! Si quieres, te mando una foto, así me reconoces mejor.
:-)
METIS: Sí, pero a veces esto es como los famosos cuando van por la calle. No siempre te apetece encontrarte con tus fans, ni con tus alumnos. Imagínate que bajas la basura en pijama, bata y zapatillas y, de repente, pasa por tu calle un alumno o ex-alumno... O bajas en chándal viejo a tirar cosas al contenedor de reciclaje y ¡pam!, de frente dos alumnos con sus respectivas madres... Vas con un amigo por el centro comercial y, al día siguiente, todos los alumnos del instituto preguntándote si era tu novio, que si íbais de la mano, que si os estábais morreando, cuando ni siquiera os rozásteis. Se montan enseguida unas películas... Que a una le gusta también un poco de intimidad y que no la reconozcan por la calle en ciertos momentos.
Y el otro día, diez o doce adolescentes empujándose y peleándose (aunque fuera de broma) en plena calle y yo allí con mis bolsas del supermercado... pues no era el momento más apropiado. Creo que ni para ellos, porque los pillé in fraganti haciendo el burro, ni para mí, que me dio un poco de vergüenza.
Qué experiencia Amelche....
Cuando no son los hijos son los alumnos los que marcan el paso del tiempo.
Es muy dulce que los chicos te recuerden. Y si pasan más años y te los encontrás, será conmovedor, seguro...
jajajajja... Me reí con tu respuesta a Metis...
Sería grave, que bajaras con la basura, en pantuflas y pijamas y, en ese momento estuviera pasando por allí tu príncipe azul, jajajja.
UMMA: Por eso no bajo así a la calle, pero, a veces, sí he bajado vestida y en bata, porque estaba de esa guisa en casa y no tenía ganas de cambiarme.
Sí, de momento, son los alumnos los que marcan el paso del tiempo. Ya es bonito ahora, cuando no se están peleando por la calle, claro.
A mí me pasa como a Aurora; recuerdo a los profesores que he tenido durante mi etapa académica aunque, bueno, a unos más que otros.
Y cuando me he encontrado con alguno años atrás por ahí (y han sido, uhm, dos o tres nada más), me he puesto a hablar con ellos y a preguntarles el manido "y que tal todo?"
Y yo también como profe, cuando me ha visto algún ex-alumno pues me ha alegrado que viniera a hablar conmigo. Mola
Espero que esta vez no compraras mucha leche!! :)
SWYX: Mola, pero hay momentos comprometedores como los que he dicho antes en que no mola tanto... Y sí, siempre se recuerda a unos más que a otros.
LUDOVICA: No, compré verduras para hacer gazpacho. :-D La leche la compro cuando voy en coche y por cajas de 6, si voy andando, no cargo tanto peso.
Da gracias a que los encontraste jugando a pelear y gamberreando. Podría haber sido peor.
...
Ya sabes a qué me refiero.
Ten por seguro que aunque tengas 100 años seguirás siendo profesora.
Abrazossssss
Ana, eres muy guapa y se nota que eres deportista. Me ha encantado el detalle que has tenido: me encanta ver fotos.
Con tu permiso, me guardo dos fotos tuyas en mi archivo "fotos de amigas".
Un abrazo y hasta pronto.
Ya ves, algo positivo de que no trabajes cerca ;-) Los chicos crecen tan rápido que no te la crees, así lo veo con mis sobrinos.
Di clases por un tiempo hace muchos (como 15) años y ahora mis alumnos tendrán casi 26-27 años, unos hasta 30!!!!!!
Creo que si me los hubiera encontrado yo hubiera dejado que se mataran, jiji, qué mala soy.
Estás alta :-)
Un abrazo
Qué raro que mi comentario no haya aparecido... Es que aquí, en mi nuevo pueblo, solo tengo un mega y puede ¿que eso sea un condicionante? Chica, no entiendo... Besotes, M.
Habría jurado que había contestado a estos comentarios... serán los duendes. Bueno, vuelvo a contestar.
MONTSE: Pues sí, podría haber sido peor. Y supongo que sí, que toda mi vida seré profesora, dentro y fuera del trabajo. No es una profesión que dejes de tener cuando sales de trabajar, como otras.
ROSA: Gracias por los piropos. Guárdalas, pero no las enseñes por ahí, ¡ja, ja! Deportista sólo a ratos, en general soy bastante vaga.
ILIANA: Pues como te encuentres a esos ex-alumnos algún día, te vas a llevar una buena sorpresa. Y sí, crecen rápido.
LUIS: Gracias por la información, pero me temo que el 30 de junio no voy a poder ir a Madrid.
MERCHE: Es verdad, no apareció y yo juraría que lo vi. Pero ya digo que también juraría que contesté y no veo mis respuestas. Serán los duendes de internet, no sé.
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