Me siento acompañada.

JA me regala palmeras y más palmeras, aunque algunas se las regalé yo primero. Luciano también me trae otras palmeras y Bridget poemas. Umma me dedica bellas palabras y tanta gente que es imposible nombrar, fantásticos comentarios que se agradecen y me animan a seguir estudiando, que es lo que debo hacer. Así que, voy a escribir menos de aquí en adelante, pero sabéis que estoy aquí y que yo también os quiero. Y, siempre que los estudios me lo permitan, nos encontraremos cada viernes en el bar de Reaño como cada semana.

Aunque el ordenador e internet a primera vista puedan parecer algo frío y despersonalizado, yo he descubierto que, poco a poco, voy creando relaciones de amistad y compañerismo que, del blog pasan a los e-mails y de ahí al teléfono y, cuando culminan en conocernos personalmente, como pude hacer con Mahaya y Alucard es todo un lujo. Así que, gracias a todos por lo que aportáis a este blog y a mi vida.

Postdata del domingo: Anaví me ha recordado que, antes de conocernos, publicó también algo sobre una palmera curiosa y yo le he dicho que esa historia me recuerda a la de la Palmera Imperial del Huerto del Cura en Elche. Pero de eso ya hablaré otro día, que me gustan mucho los jardines.